Tras la cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México en Texcoco el gobierno mexicano ofreció una recompra de bonos del aeropuerto a los inversionistas del proyecto, pero ¿entendiste este relajito de cifras y plazos? Te vamos a explicar en qué va la cosa.
A principio de diciembre del 2018 el gobierno federal, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), ofreció recomprar bonos del aeropuerto por 1,800 millones de dólares a los mercados internacionales que habían invertido en el proyecto del aeropuerto de Texcoco. El detalle es que estos bonos fueron emitidos entre 2015 y 2016 por 6 mil millones de dólares, por lo que la oferta del gobierno es sólo por alrededor del 28% de los bonos.
La razón es simple: en el fideicomiso de Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México no hay dinero para liquidar la deuda, pues el dinero se usó para empezar la obra que arrancó en 2015. Básicamente, se pidió prestado, se usó el dinero y ahora no hay dinero para pagarle a los inversionistas.
Dentro del proyecto original esto no suponía un problema, pues los bonos estaban establecidos para pagarse en 10 y 30 años, una vez que el aeropuerto de Texcoco estuviera funcionando y tuviera ingresos a través de la famosa Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA), que es un impuesto que todos pagamos cuando compramos un boleto de avión.
Del TUA saldrían los fondos para pagar los bonos y sus intereses en este plazo largo. Sin embargo, con la consulta ciudadana que promovió el entonces presidente electo Andrés Manuel López Obrador, el proyecto se detuvo y ahora hay que buscar otro ingreso para pagar los bonos que están en mercados internacionales como Nueva York y Singapur.
Parte del trato del gobierno federal sobre la recompra de los bonos es que quieren modificar un estatuto del contrato que dice que, si la obra se cancela o detiene – como se determinó en la consulta -esos 6 mil millones de dólares se tienen que pagar en un plazo de 30 días.
Si este cambio fuera aceptado por los inversionistas, junto con la compra de los bonos vendría un nuevo plazo de pago del resto de los 4,200 millones de pesos que serían pagados, de acuerdo con el anuncio de la recompra, con el TUA del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
El detalle es que los inversionistas no están de acuerdo con la modificación del contrato y, en caso de que más del 25% de los inversionistas de ambos bloques —el de 10 años y el de 30 años— no estén de acuerdo y revendan sus bonos, Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México podría enfrentar demandas legales en la corte de Nueva York por incumplimiento de contrato.
El mejor y peor escenario de la recompra de bonos del aeropuerto
Existen diferentes posibilidades de resolución de este problema financiero y legal que enfrenta el Fideicomiso del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México. Hasta el momento, no existe un anuncio oficial de la cancelación del aeropuerto de Texcoco pero las peores consecuencias de hacerlo serían las siguientes:
- Los inversionistas no están de acuerdo con el cambio de contrato.
- Se anuncia la cancelación de la obra de forma oficial.
- Los inversionistas exigen su pago en 30 días.
- El fideicomiso incumple el pago por falta de recursos.
- Los inversionistas llevan a Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México a juicio.
- Al no tener liquidez con qué pagar la deuda o un arreglo, se embargan sus bienes que incluyen el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Por otro lado, si los inversionistas se ponen de acuerdo y cambian las reglas del contrato, Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México pagaría el restante de la deuda con el TUA del aeropuerto actual y sus consecuencias estarían directamente relacionadas con el presupuesto nacional, pues este ingreso es parte del dinero que tiene el gobierno.
Este escenario, aunque suena a que los únicos que son afectados son quienes llevan las finanzas del país, tendría consecuencias también para nosotros. Por ejemplo:
- México es un país que cambia contratos después de firmarlos.
- Los mercados internacionales pedirán más garantías y más beneficios para volver a prestarle al país.
- Los créditos, sin importar del tipo, desde tarjetas de crédito hasta hipotecarios serían más caros.
“La confianza en México y específicamente en obras públicas puede verse seriamente afectada”, comentó un analista que prefirió mantenerse anónimo.
Como puedes ver hay muchas variables aún sin definir para la cancelación del proyecto del nuevo aeropuerto y de la deuda; sin embargo, hasta este momento la subasta holandesa en la que el gobierno federal fijó el precio 1 a 1 por los bonos, es decir que compraría en mil dólares cada mil dólares invertidos, ya fue modificada para pagar 10 dólares extras por cada mil dólares comprados, es decir compra a 1,010 dólares lo que ofertó por 1,000 dólares.
Aunque toda esta información es preliminar porque no se ha dado a conocer el plan de pagos o la aceptación de la recompra de bonos, aún queda pendiente saber con qué se pagarán las inversiones de la Fibra E (que las afores invirtieron) y Banobras, lo que será anunciado en 2019.
Aquí les seguiremos investigando cómo va la cosa.
Hola. Todos hablan de lo bien o mal que fue cancelar el aeropuerto, pero yo no dudo que haya sido mal planeado. Se dice, según «expertos»: que de construirlo, la CDMEX se hundiría más rápido, ya que no hay un lugar por donde se filtre al agua a los mantos acuíferos para amortiguar el peso de la ciudad. Creo que más allá de ver el interés del dinero; con perdón de este blog; es ver por la catástrofe a largo plazo de lo que estarían ocasionalmente en un futuro a la CDMEX si se construye.
Un saludo.
Quise decir: ocasionándole a la CDMEX.