¿Delegar o abdicar? ¿Cómo estás repartiendo el trabajo?

Uno de los mejores coaches empresariales del mundo, Dan Sullivan, tiene una pregunta muy interesante: ¿Cuánto podrías crecer si aprendieras a delegar?

¡Uff! Gancho al hígado para los que estamos emprendiendo y aún no hemos soltado las suficientes funciones.

Cuando no delegas y lo haces todo tú pasan dos cosas:

  1. Menos cosas se pueden hacer y te vuelves el cuello de botella de tu empresa.
  2. Muchas cosas se hacen con menor calidad porque si te enfocas en 500 cosas no puedes hacer las 500 bien.

Pero ya los estoy oyendo con su vocecita interior de control freak, ¿pero qué hago si cada vez que delego hacen las cosas con las patas? ¿No has oído eso de «si quieres algo bien hecho, hazlo tú mismo»? Sí, sí lo he oído y es el enemigo #1 del crecimiento de tu empresa.

Es muy posible que si tu proyecto ha sufrido de enanismo o estancamiento no tenga tanto que ver con que no tengas los recursos, la promoción, las palancas, la gente adecuada (eso se verá después). Puede que el freno inicial es que TÚ no has logrado delegar EFECTIVAMENTE.

¿Qué onda? ¿Qué onda Sofía? ¿Por qué te estás poniendo tan ruda en este post?, se preguntarán. Fácil: porque a la par que los regaño a ustedes (saben que eso casi ni se me da), me estoy regañando a mí misma. Estaba atorada con el mismo tema que muchos de ustedes y no le daba al clavo.

Y la cosa es que en efecto si eres muy perfeccionista y controller, como yo comprenderé, cuesta mucho soltar. Pero también cuesta delegar si tiene un concepto equivocado de qué es.

El error que más cometemos al delegar

Eso lo descubrí en un audiolibro buenazo (también existe en ebook) que se llama «El mito del emprendedor» de Michael E. Gerber.

Y ahí les va el error que cometemos: confundimos delegar de forma efectiva con «delegar por abdicación».

Hay un estilo de delegar que la mayoría de la gente hace que es el «¡Ay ya! ten, ya no soporto hacer esta tarea. Encárgate». Eso es delegation by abdication o delegación por abdicación.

Sueltas la tarea a alguien básicamente porque la odias, te quita tiempo, te da flojera o de verdad necesitas enfocarte a otras cosas para que el negocio crezca (razón válida), PEEEEERO básicamente sólo se la avientas al pobre inocente que tienes enfrente sin mucha explicación.

Obvio por mucho que intente hacerla lo mejor posible no la va a hacer como tú la harías (no le pasaste por telepatía toda tu info) y tampoco como te gustaría que la hiciera por una razón sencilla: nunca fuiste específico en los estándares y procesos con los que querías que se hiciera esa tarea.

¿Ponerla en papel? ¡Qué esperanzas! Si con tu ritmo frenético que se dé de santos que tuviste 5 minutos para hablar.

Y pues el resultado es casi obvio: no va a hacer las cosas como querías… porque no sabe qué carambas significa eso.

Está claro que si delegas es porque no tienes tiempo, pero si no inviertes tiempo en delegar efectivamente vas a perder más .

¿Y cómo delego efectivamente?

Buena pregunta. De nuevo Dan Sullivan sale al rescate con un padrísimo ebook de los básicos para delegar. Lo pueden descargar acá.

Les dejo una probadita, que podrán ver de forma completa en el ebook, pero los primeros pasos son tener claro qué quieres delegar, buscar a la persona adecuada (no aventárselo al primero que se cruce) y especificar el resultado que buscas.

Por cierto, gracias a Daniel Marcos – el hombre biblioteca de negocios y uno de los mayores visionarios en la industria de educación para empresarios- por indirectamente acercarme a Dan Sullivan. Chequen los videos de Daniel en Youtube, siempre tiene algo útil para empresarios y emprendedores.

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