Endeudarse para prestar dinero a otros es un suicidio financiero

Endeudarse para prestar dinero a otros es un suicidio financiero

Casi cada mes se repite la historia: al correo o la bandeja de mensajes privados de Facebook me llega una misiva a altas horas de la noche de alguien que ha perdido el sueño por las deudas… pero no por las que acumuló por largas visitas de derroche a centros comerciales o cualquier otra manifestación de consumismo desenfrenado, sino por haberse endeudado para a su vez prestar dinero a un tercero.

El caso de esta semana fue una chica que de por sí tenía un mal manejo de deudas –empezó a acumularlas desde su primer trabajo, cuando lo más probable es que aún no conociera su capacidad de pago– pero que cayó en mora porque solicitó otro préstamo al banco para ayudar a un amigo suyo que le había dicho que su hija estaba enferma y el pagaría en cuanto pudiera, cosa que llegó muy tarde, a cuenta gotas y cuando ya se habían generado intereses que el sujeto en cuestión por supuesto no cubrió.

Hace seis meses escribió otra chica que no se explicaba por qué si hacía presupuestos e intentaba ahorrar siempre estaba en la quiebra. El misterio se develó después de algunas preguntas: había hecho un retiro de efectivo de su tarjeta de crédito para prestarle el dinero a su novio para un negocio y estaba a punto de pedir un préstamo personal para el mismo fin (Afortunadamente se detuvo ahí).

También hay hermanos, padres de familia y amigos que por querer ayudar acaban con registros negativos en el buró de crédito. Bueno, una vez ¡hasta me consultó una mujer que pidió un crédito hipotecario a su nombre que en realidad era para la casa de un hombre que dejó de pagar a los pocos meses!

De por sí al prestar dinero, como bien dicen «pierdes al amigo y al dinero» en la mayoría de los casos, pero si encima no lo tienes y necesitas pedirlo para prestarlo ¡las probabilidades de que te dejen colgado son altísimas!

En América Latina “se nos hace el corazón de pollo” y no sabemos decir que no a este tipo de peticiones. A muchos los engatusan con pretextos como “Es que no tengo historial crediticio” o “Es que me boletinaron en buró de crédito”, pero si la persona no puede conseguir un crédito bancario a SU nombre ¿qué te hace pensar que a ti sí te va a pagar?

Y pueden ser muy convincentes en la solicitud, jurar que te lo regresará en unos cuantos días, pero si no hay pagarés de por medio y garantías, me temo que no pasará.

 

¿Cómo afecta la relación el prestar dinero?

Mike Michalowicz, autor de los libros para emprendedores Profit First y  Surge, comentaba en un podcasts que hice con él que hay una trayectoria en cuanto al compromiso/urgencia de pagar y el tiempo:

Cuando el deudor está apurado y necesita conseguir el préstamo su sentido de urgencia y compromiso con el pago es alta (o así lo comunica) y la ansiedad del pago del acreedor es baja; pero conforme pasa el tiempo estas relaciones se invierten: si pasa más tiempo el deudor le da menos importancia al crédito y el acreedor más, lo que termina por desgastar su relación.

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El primero entre más tiempo pasa dice ¡qué exagerado!, ni que me hubiera prestado tanto dinero, mientras que la ira del segundo va subiendo y más relevante le parece la mora.

Moraleja: si vas a prestar dinero o firmas contratos y pagarés (hay un efecto psicológico en el que la gente te equipara con el banco), o lo haces como regalo con una cantidad pequeña que no afecte tus finanzas, pero ¡jamás tomas la responsabilidad de otro frente a un crédito!, porque al no llevar la consecuencia está casi garantizado que no te pagará.

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2 comentarios en “Endeudarse para prestar dinero a otros es un suicidio financiero”

  1. Excelente post Sofia. Justo ahora una amistad me pidió solicitar un crédito para él. Me ha sido muy difícil decirle que no porque es muy buen amigo, de hecho es mi mejor amigo, siempre ha estado ahi para mi, y realmente no dudo de él, pero si dudo de que pueda pagar el crédito, porque no gana mucho y ya tiene dos deudas (las cuales sí esta pagando pero saqué su nivel de endeudamiento y estaría dando a pagos el 43% de su sueldo quincenal, por lo que el riesgo de no pagarme se eleva. Si yo tuviera ese dinero se lo prestaba pero no puedo prestar algo que no tengo (sacar un crédito para un tercero).

  2. A mí me pasó, pedí un crédito para mi familia porque lo necesitaban y me juraban que podrían pagarlo. Para colmo ni lo usaron en lo que me dijeron y ya están en bancarrota, a gritos y a sombrerazos lo pagaron. Es increíble la culpa que te meten por no querer ayudar a tu familia.

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