Para los emprendedores e independientes hay épocas de vacas gordas, vacas flacas y de plano hasta anoréxicas, por eso hay que aprender a ahorrar, generar un fondo de emergencias y evitar que nos invada el síndrome de “¡por fin me pagaron, a gastar se ha dicho” (muy parecido al de quincena de los asalariados).
Un punto que probablemente vaya a complicarte la existencia es el tenebroso “efecto tijera”: suele suceder que para cumplir con un contrato tú HOY tienes que hacer un desembolso, pensemos en materiales de diseño, pero tus clientes –sobre todo si son empresas grandes– probablemente no te paguen sino hasta que entregues o incluso 30, 45 o hasta ¡90 días después! Esos desfases pueden ahorcar a cualquier empresa que empieza y a cualquier emprendedor porque ni el super ni la renta se pagan en esos plazos.
Antes de ponerte la soga al cuello por echar cuentas alegres toma en cuenta esas políticas de pago, en lo posible acuerda que tus pagos a proveedores sean días después de que tú cobras o negocia con los clientes que te den anticipos y busca tener un colchón por si se retrasan de más de lo previsto.
Si eres freelancero o te piensas aventar a serlo pronto trata de poner en papel cómo podrían ser flujos de chamba, es decir, para cada mes del año haz una columna donde estén tus ingresos y al lado los gastos (Checa el ejemplo de Excel en la imagen). Resta en cada mes tus gastos de los ingresos, subraya con verde los meses que salgas positivo, en amarillo los que sean ceros y en rojo los que te salgan negativos: ahí puede estar el “tenebroso efecto tijera”, que puedes evitar si en los meses que están en verde ahorras un poco.
Evidentemente esto es una proyección basada en tu experiencia o expectativas, pero te puede servir para darte una idea e irte preparando para que si hay “sequía” laboral no sea mayor en tus bolsillos y que si tienes que esperar por un pago no le meta una tuzada a tu negocio. Buena semana!!! Ya el jueves les estaré contando sobre el seminario de educación financiera dela OCDE en Madrid.
Un punto que probablemente vaya a complicarte la existencia es el tenebroso “efecto tijera”: suele suceder que para cumplir con un contrato tú HOY tienes que hacer un desembolso, pensemos en materiales de diseño, pero tus clientes –sobre todo si son empresas grandes– probablemente no te paguen sino hasta que entregues o incluso 30, 45 o hasta ¡90 días después! Esos desfases pueden ahorcar a cualquier empresa que empieza y a cualquier emprendedor porque ni el super ni la renta se pagan en esos plazos.
Antes de ponerte la soga al cuello por echar cuentas alegres toma en cuenta esas políticas de pago, en lo posible acuerda que tus pagos a proveedores sean días después de que tú cobras o negocia con los clientes que te den anticipos y busca tener un colchón por si se retrasan de más de lo previsto.
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Evidentemente esto es una proyección basada en tu experiencia o expectativas, pero te puede servir para darte una idea e irte preparando para que si hay “sequía” laboral no sea mayor en tus bolsillos y que si tienes que esperar por un pago no le meta una tuzada a tu negocio. Buena semana!!! Ya el jueves les estaré contando sobre el seminario de educación financiera dela OCDE en Madrid.
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eso lo aprendí a la mala en los primeros meses de trabajo
me pienso aventar! gracias por el consejo Sofy! 🙂
Hola!
Soy marcos! Acabo de ver tu web y me ha gustado mucho! He visto que tienes un apartado de » Enlaces » Te parecería bien subir mi web, con el siguiente texto:
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Seria muy importante para conseguir un mayor posicionamiento en google.
¿Que te parece?
Espero tu respuesta
Un saludo
marcos.planas@txerpa.com
Hola Sofía, este artículo me parceió muy interesante, lo he compartido con 2 amigos que están en un situación como la que describes.