Nena, nena, ¿qué vas a hacer cuando seas graaande?

Aunque el tema del ahorro es un tema universal -y tooodo el mundo lo debería de hacer para alcanzar más fácil sus metas, tener margen de maniobra y hasta reducir su insomnio y úlceras-, con el pretexto de que el próximo domingo  a la 1PM daré una conferencia en Expo Mujer en el WTC del DF, ahorita ahorita lo que voy a platicar es por qué las mujeres nos tenemos que poner las pilas con el tema.


Resulta que la demografía y el mercado laboral nos ha venido a poner en la chapa. Sin ganas de azotarse podemos verlo en los hechos, las mujeres vivimos más años (la esperanza de vida en México es de 77.9 años para las mujeres y 73.2 para los caballos güeros) lo que implica que pasando la edad del retiro tenemos más años por fondear y que las que no tienen un sueldo porque chambeaban en el hogar tienen altas posibilidades de quedarse viudas y sin ingreso familiar (cruzamos los dedos para que no tengan hijos e hijas baquetonas, pero puede ser una realidad), también deberían de estar pensando en cómo resolver esta parte.


Por si eso no fuera suficiente motivo para ahorrar, en términos generales las mujeres llegan a tener más periodos fuera del campo laboral, ya sea porque algunas dejan su chamba de 8 a las 1000 de la noche cuando tienen hijos o porque trabajan en cosas como independientes o porque cuando hay que cuidar a alguien enfermo de la familia son las que asumen en una gran cantidad de las veces (señores y señora, este post no pretende reproducir estereotipos para que no se me vaya a azotar nadie, sólo describir realidades). Esto implica que el tiempo que coticemos a un sistema de seguridad social (IMSS, ISSSTE.. etc) será en promedio bastante más corto que el de un hombre y que para la «generación afore» implica que tendrán un ahorro menor que un compañero de chamba con el mismo sueldo (si es que no ahorran por su cuenta).


En esta linda grafiquita patrocinada por un estudio el IMEF podemos ver que en casi todas las edades las mujeres cotizan menos tiempo que los hombres (esto es el caso IMSS).


Esto es la famosa «densidad de cotización», que es de toooodos los años laborales cuántos una personas está verdaderamente pagando sus cotizaciones al IMSS o ISSSTE o el que le toque, léase también de tooodos los años que trabaja cuántos realmente está ahorrando para el retiro (vía, afore, pensionissste o generando derechos para una pensión), Infonavit o Fovissste o seamos titulares en servicios de salud.


Según esta gráfica, de tooodos los años que trabajan las mujeres sólo cotizan la mitad (50.6%) a estos sistemas de seguridad social… el promedio de los hombres es un poco mayor, tampoco tanto, pero sí mayor (59%) y esto repercute en que tengan mejores pensiones en la vejez.

De Gráfiquillas económicas – financieras

Esas son las partes feas de por qué tenemos que ahorrar muuuucho las mujeres, pero creo que una parte padre es porque con el ahorro financiamos nuestra libertad financiera. 
A diferencia de generaciones anteriores donde había un camino trazado y había que estudiar, casarse, tener hijos y bla en ese orden justamente, ahora hay mucho más opciones (para hombres y mujeres, pero estamos hablando de mujeres): igual y estudias y sigues estudiando y luego chambeas y te vas de maestría o a recorrer el mundo y luego vives con alguien o no, y luego decides hacer prácticas en otro país o trabajo voluntario o tienes hijos, o te casa o no, o pones una empresa o regresas a la escuela o cambias de carrera, o , o,…  y todo lo anterior en cualquier orden y con las combinaciones que quieras. Para poder decidir más libremente y tomar las bifurcaciones que queramos unas finanzas sanas son básicas.


Probablemente mucho tenga que ver con mi historia y mi carácter pero que el dinero sea un medio y no un obstáculo para tus medios, creo que es el mejor regalo que nos podemos dar. ¡A ponerse las pilas y nos vemos el domingo!

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