Membresías desquitables, cancelables y armables

El Talibán (mi muy querido y bigotudo señor padre) tiene una membresía desde hacer como tres años de «Amigos de San Ildefonso«… osea del museo y la verdad es que en su caso le ha salido muy redituable: cada vez que va al museo, a él y a su acompañante le sale gratis el boleto. La tarjeta le costó 380 el año pasado, y este cuesta 400,  el boleto para expos anda como en 45 pesos y  él al menos va 6 vecesal año, tons sí sale. Pero además ahora lo invitaron a un curso de Arte Contemporáneo sin costo durante un mes , todos los sábados (curso que nos saldrá redituable a nosotros porque se quejará menos cuando las expos sean tipo Demian Hirsch y ya no dirá que los niños de kínder dibujan mejor que los artistas actuales).
Su membresía le funciona porque efectivamente antes de tenerla ya era cliente asiduo del Museo (osea no cambió hábitos solo para «desquitar») y porque tenerla le ahorra otros gastos en entretenimiento: un sábado o domingo es muy probable que si hay algo nuevo vaya a San Ildefonso, en lugar de chutarse un churro gringo en el cine. Para resumir creo que lo hizo muy bien, no todos lo hacemos así y las famosas membresías, suscripciones o cualquier cosa con mensualidad/ anualidad termina siendo o tiradera de dinero o gastos extra.

De Random



Antes de irme a la maestría yo andaba bien aplicada con nutrióloca e iba al gimnasio muchísimo. De alguna forma mi horario del periódico me permitía ir en la mañana porque igual llegaba tarde. 


Cuando me fui evidentemente la cancelé y cuando regresé estaba a punto de volverme a inscribir (cabe resaltar que es el «club familiar» tons mi adorada madre insistía en que regresara para no ir sola a los gordobics)… pero me di cuenta de que simplemente no iba a tener tiempo e iba a ser un gasto absurdo. 


Este club tiene el maravilloso invento de los pases de invitado a precio 2, 3 accesible (150 pesos, ok, no es baratérrimo, pero contra algunos que cobran hasta 500 por día es muuuy decente). Al echar cuentas vi que en realidad con este ajetreo iría dos o máximo tres veces al mes (la mensualidad eran 1,300 pesos porque le subieron cuando me fui)  y que claramente me saldría más barato correr, hacer ejercicio en mi casa (soy una fan enloquecida de los pilates de The Firm) y mejor comprar el pase de invitado para el club las veces que realmente fuera.


Desde que llegué solamente he ido dos veces (osea pagué  300 pesos en 7 meses), pero estoy haciendo más veces ejercicio a la semana que cuando iba al club porque los 15 minutos de ida y 15 de regreso al club los hago de pilates.


Eso sí, no hay que olvidarse del costo de los substitutos o cancelaciones (si yo hubiera cancelado el gym y ese tiempo lo dedicara a ver tele y tirarme al pan, mal negocio, al rato de nuevo me iba a costar la nutrióloga, también comprar una bici estacionaria para disque no ir al gym, a la larga resulta en un perchero muuuy caro si la usaste 2 veces).


Pero hay una tercera posibilidad de membresías en las que no pensamos y que nos pueden hacer ahorrar: las que puedes pedirle a los proveedores que te armen. Esta idea me surgió porque cuando Guapóloga tenía su salón de belleza-spa-cambio-de-imagen y todas las maravillas de la vanidad juntas ella tenía un paquete de no me acuerdo cuántos secados al mes por un precio fijo. Como el paquete ya no existía y hubo una temporada de eventos en las que hay que quitarse las lagañas y que no se nos pase el sábado, le fui a preguntar a la chava del saloncito de la esquina de mi casa si me podía hacer un paquete de secados y con eso me bajó el precio 20 pesos por ida, básicamente por cada 10  me salían 2 gratis ( e igual los tenía que usar).
La lealtad de los clientes o simplemente tener un consumo mínimo asegurado vale para los negocios, por eso la modita de tarjetas de fidelidad y las ondas de cupones para ofertas especiales ¡hay que explotarlo para conseguir mejores precios donde consumimos regularmente!


Sí está bien Yo-Yo y la familia burrón este post, pero es sólo para decirles que hay muchos ahorros que se logran o analizando nuestros hábitos reales (eso de voy a ir 6 veces a la semana al gym para desquitarlo se nota que no es taaaaan apegado a la realidad cuando nos aprieta el pantalón y la cartera), buscando alternativas de consumo de los mismos productos y servicios, y hasta haciendo valer esta onda de ser «cliente consentido».


 ¿A qué cosas te conviene estar suscrito y a cuales mejor darles mate y pagar conforme usan o pedir precio especial por la frecuencia? Es tan simple como eso si se quieren ahorrar una lana… échenle una pensada esta semana, al fin que ya nos acercamos a diciembre y muchos paquetes se acaban 😉 Oink$$$!!!

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5 comentarios en “Membresías desquitables, cancelables y armables”

  1. orale ahora si que me dolio la pedradota que me cayo, tienes toda la razon, no analizamos que menbresias adquirimos y normalmente nos acomodamos unas cuantas para nunca usarlas y estarlas pagando sin razon alguna.

  2. Me fue terrible cuando contrate la membresía de Sam’s, porque me di cuenta de que tener la de oro no servía mas que para pura corneta y solo fui como 3 veces porque como todos los envases son mas grandes tenia que comer mas rápido para que no se echara a perder 🙁 un fracaso tener una membresía así para 2 personas.

  3. Pues yo tuve la membresía de Cinemex un año por $1,440 y cada boleto me salía como en $9.30 lo malo fue que solo duró un año. Ahora soy «invitado especial» del mismo cine y por consumir, me abonan puntos para comprar lo que quiera (segun ellos un punto es $1 pesito)como siempre la dulcería es lo más caro, gasto ahí mis puntos o en su cafetería y bajita la mano me han regalado $900 es decir, dinero que no salió de mi cartera y todavía tengo 181 puntos con lo que cinemex me regaló más de $1,000 solo por ir con ellos, todo esto sin contar que cada 5 visitas me regalan 1 boleto y las veces que en mi cumpleaños dan la entrada gratis y regalan palomitas refresco y un hotdog

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