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Decálogo para sobrevivir a los trámites y la burocracia

cómo facilitar los trámites

 

Salvo que tengas un extraño chip de mártir o hacer filas sea tu hobbie máximo, creo que la mayoría alucinamos hacer trámites y la burocracia en general.

En muchos casos pareciera que el principal propósito de cualquier oficina para trámites es la complicación en lugar de la “simplificación”. Cuando tuve que pasar a tarjeta de circulación con chip, fue tanto el gorro que ya estaba pensando seriamente cambiar mi coche por un triciclo apache, pero más allá de la queja amarga ¿cómo podemos evitar subirle al grado de dificultad de salir con una visa, la tarjeta de circulación, cambiar el domicilio de la credencial y el largo etcétera de cosas que podemos tener que hacer?

Ahí les van algunas ideas. Si tienen otras (legales y no corruptas, obviamente), son muy bienvenidas:

1. Nunca hagas los trámites el último día o la última semana. Seguro algo se te olvidó, había mucha cola, o no sale por cualquier otra razón y tienes que pagar multas o regresar mil veces, es Ley de Murphy. También llega temprano, porque si caes una o dos horas antes de que cierren, seguro no entras o vas a andar todo estresado de si alcanzas o no.

2. Ten un archivero maravilloso y busca los papeles con tiempo. 1 de cada 4 úlceras, seguro se causan cuando no encuentras algo y lo buscas 10 minutos antes de salir.

3. Siempre lleva comprobante de domicilio, aunque no lo diga la primera señorita que te retachó. Esto lo puedes extender a todos los papeles que creas que no te vayan a servir, pero el típico es comprobante de domicilio, que casi siempre lo piden. BONUS: checa si hay alguna especificación para los comprobantes, porque hasta en eso se ponen exquisitos a veces. Por ejemplo, para sacar o renovar tu IFE el recibo del teléfono si ya te pasaste a comprobantes digitales no aplica, puro papel (super modernos y ecológicos, estos amigos).

4. Checa por teléfono o internet los requisitos y asegúrate de cumplirlos al pie de la letra, pero también pregúntale al amigo del primo que ya lo hizo, nunca falla que cambiaron el reglamento o no estaba la de siempre y piden algo extra o que hay algo que ellos interpretan de una cierta manera. Regresar al punto 3.

5. También revisa si hay pasos previos al trámite porque da coraje que te regresen después de dos horas de cola porque primero tenías que ir a no sé dónde o porque era en la fila de al lado.

6. Llévate un libro o algo que te entretenga y no requiera señal o pila. Lo de la señal es porque algunos lugares de gobierno parecen búnkers o son sótanos; lo de la pila porque en algunos casos, como lo de la tarjeta de circulación con chip,son tan largas las esperas que no hay dispositivo que aguante.

7. Antes de ir a un lugar de estos, ve al baño, ponte tenis cómodos y desayuna bien o lleva “itacate”. La ira contra los funcionarios se puede multiplicar si tienes hambre.

8. No te metas ni dejes que alguien se meta en la fila. Todos tenemos prisa y la gente se violenta respecto a su lugar (y tienen razón ¡pues estos!).

9. Evita los trámites presenciales lo más que puedas. Trata de hacer los que apliquen por internet o si hay opción para hacer cita, úsala con tiempo. Si no hay manera de evitar ir, entre más central la dependencia, a veces es más gorro, así que checa si lo puedes hacer en otras (igual pregunta a los que ya lo hicieron, pero al menos para Setravi aplica muy cañón).

10. Practica yoga, aprende a contar hasta 10 millones o alguna disciplina que aumente tu paciencia… porque la vas a necesitar.

La última vez que hice un trámite de verdad estuve a dos de sugerirle a la señorita del mostrador que pusieran un librero. Creo que estuve tres horas ahí, que seguro servían para leer medio libro, pero a falta de que esto suceda, busquemos cómo hacer lo más efectivos posibles los trámites… o lo menos sufrida la espera.

Bonita semana!!!

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