Ayer en una despedida de soltera de una amiga de la primaria (sí, de la primaria, jajaja ahora ya estamos a 2 del botox, pero llevaron las foto de grupo y nos reconocimos) mientras todas comentaban lo que pasó la última semana en «Las tontas no van al cielo» y yo ponía mi cara de idem, porque me estaban hablando en japonés, se acercó Diana y me dijo casi en secreto para que no se oyera que platicábamos de temas «aburridos»: Oye ¿qué pasa si alguna vez tuve afore y luego dejé de trabajar? ¿Desaparece el dinero? ¿A dónde se va?»
Cuando estaba a punto de contestarle, Betty preguntó de qué hablábamos y horrorizada jaló a Diana para hablarle de algún otro tema más ameno que las afores, como la lactancia, por ejemplo (que por cierto, ahora que me contaron todo lo que le sucede a tu cuerpecito, a mi me da más pánico que la crisis del 94, la de Estados Unidos y el cambio climático juntos).
Toooodo esto para decirles queeeeeeee es una duda super común y será bueno que la aclaremos de una vez por todas:
Lo primero que tienes que saber es que la afore es una cuenta individual, incluso si nunca elegiste irte a alguna de las 18 afores que existen, la Consar te mandó a alguna y tiene tu ahorro para el retiro con tu nombre y sólo puedes reclamarla a los 65 años tú o tus beneficiarios si andas de pachanga con San Pedro (por favor ver el post anterior para saber cómo rastrearla en caso de que no sepas en cuál estás).
Esto significa que pase lo que pase SIEMPRE va a ser TUYA, lo que nos lleva al segundo punto: en México es muy común que las personas pasen un rato con un empleo formal, en el que sus jefes les descuentan un cacho de su salario y lo manden al IMSS y el IMSS a su vez a las afores, y luego por diferentes razones se vayan a estudiar la maestría, se cambien a una chamba por honorarios, se ganen el Melate y nunca más trabajen, o de plano decidan optar por la maternidad como mis honorables amigas que además de todo lo que implica el show de los pañales y el esposo, les da tiempo de tomar como chamba de medio tiempo ver «Las tontas no van al cielo».
Bueno, pues pase lo que pase el dinero que reuniste durante los pocos o muchos años que cotizaste a tu afore se queda en tu cuenta, sigue generando intereses y le siguen cobrando comisiones, y se queda guardadito para que lo reclames cuando tengas 65 años (Sí, hasta los 65).
Evidentemente si de los 30 o 40 años de vida laboral que una persona tiene tú sólo hiciste aportaciones 5 años, pues no te va alcanzar para una pensión que te entregue tu afore en forma mensual, pero al llegar a los 65 años te darán en una sola exhibición todo lo que hayas reunido.
La idea de la afore es que pueda ser tu ingreso durante la jubilación. En un mundo super ideal en el que todos fuéramos rete responsables y disciplinados, quien deja de cotizar al IMSS por la razón que sea, debería continuar haciendo aportaciones para pagarse la pensión que quiere, pero lo hagan o no, lo que tienen asegurado es que lo que ya ahorraron es de su propiedad.
Por esta razón si saben que en el corto plazo van a dejar de chambear búsquen su afore, para que tengan claro a dónde ir para reclamar y elijan una que les de buenos rendimientos, para que sus recursos se aprovechen lo más posible y lo que se lleven en el retiro sea un poco más. (Ver el post de las «Huye de las Afores patito»).
Espero que tengan una excelente semana y prometo ver «Las tontas no van al cielo» (alguna vez, tampoco pienso volverme asidua) para entender de qué hablan mis queridas MMC´s (ah no, ya están casadas varias). Oink$$$$!!!!
Artículos Relacionados
