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Los que tienen trabajo freelance también se enferman

Cómo proteger tu salud si eres freelance
Fuente: http://monkeyzen.com

Aunque nos creamos de hule y supermanes, los que tenemos trabajo freelance también nos enfermamos como el resto de los mortales. La desventaja respecto a los asalariados es que si no somos previsores no hay IMSS ni seguro que lo pague, y además si no chambeamos, no hay ingresos.

Pese a esto y a que son deducible de impuestos, muchos freelance no tienen seguro de gastos médicos mayores, y de fondo de emergencia para las temporadas de vacas flacas ya ni hablamos. Parte de la excusa es: están muy caros y si no me alcanza la prima con lo que gano… pues si vas a ser freelance ve viendo cómo juntas porque si no te alcanza la prima, menos para pagar una estancia en el hospital. A mí me semi-apachurraron un pie y de puras radiografías, una consulta rápida, venda y pomada fueron 1,700 pesos (que no pagué yo, sino el seguro), pero las cosas graves pueden salir en millones. Es más, para acabar pronto, en algunos hospitales ya aceptan escrituras de casas como formas de pago. Otra opción es tener al menos IMSS, este post habla al respecto.

Pero además de cubrir financieramente tu salud, hay algo de lo que todo freelance se debería de ocupar: construir una red de colegas a quien pasarles un trabajo si por emergencias no puede cubrirlas, para no perder clientes.

En una empresa normal, si te enfermas posiblemente haya alguien que puede retomar tu tarea. Sí, somos super indispensables, pero créeme, alguien tiene que resolver. ¿Pero qué paso si tu «empresa» eres tú y tu alma? Si estás enfermo e imposibilitado para chambear, o si sería mejor que no lo hicieras para recuperarte, el precio puede ser no sólo que no te paguen ESE encargo, sino quedar mal con el cliente.

Hace poco un diseñador con el que trabajo para ciertas colaboraciones se rompió la mano. Yo estaba a punto de montar en pánico porque aunque entendía perfecto que era un tema de salud, yo igual tenía que entregarle ese día el material completo a MI cliente. Afortunadamente, no sé si por casualidad o ya planeado, este chico tiene un cuate diseñador y él acabó las imágenes (al parecer estaba trazado todo, sólo faltaba «iluminar»). Sí entregó con dos días de retraso, pero si no hubiera tenido quién lo ayudara, tanto él como yo habríamos quedado mal, porque habría sido una semana.

Creo que todos conocemos a gente que hace algo similar o lo mismo que nosotros y si bien en términos clásicos podríamos considerarlos nuestra «competencia», con una visión un poquito más colaborativa y de manejo de riesgos, también podrían ser nuestros socios eventuales o aliados.

Siempre será mejor repartir cierta ganancia temporalmente que perder a un cliente, más si es de los clientes fijos.

Finalmente las enfermedades nunca nos agarran cuando más nos convienen, así que mejor estar cubiertos en todos los sentidos.

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