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La prueba de fuego de las brillantes ideas de negocios

Money money money… parece obvio pero sacar numeritos es lo primero que deberíamos hacer cuando tenemos una idea única e inigualable que parece tener gran potencial de negocios.
No es que les esté descubriendo el hilo negro, pero esa es la razón por la que pese a que conozco mucha gente con buenas ideas pocos de ellos se vuelven realmente empresarios y menos aún son los que tienen éxito.


Incluso a mi me pasó de una manera inofensiva. Resulta que tengo una clase con un nombre rimbombante, donde para acabar pronto te enseñan a hacer planes de negocios (un business plan para presentar a «potenciales inversionistas»).
Bueno, su bloggera de confianza le dio la chiripiorca y dijo: voy a trabajar con alguno de mis compañeritos con los que nunca haya trabajado. Tons ahí estaba Eric que es ingeniero -de esos de camisa de cuadritos perpetua- y coordina un área de investigación y desarrollo en una empresa fumada de algo de tecnologías de imagen.


Su idea de negocios era noble y dulce: como algunos de los escuincles franceses (que ah! cómo tienen vacaciones y días libres) no pueden ir a clases de natación pintura etc… sobre todo si viven en pueblitos, porque no hay quien los lleve -ambos papás trabajan y las niñeras no se quieren hacer responsables de semejante paquete- él proponía crear un servicio de transportación. ¡perfecto hagamos dinero mientras todos cantamos «we are the world, we are the children…»! pero no!!


Resulta que nosotros nos preguntábamos que si era taaaaaan buena idea ¿por qué a nadie se le había ocurrido? y chachán!!! un día y medio después de hacer que la misión, visión, el marketing, pensar en posibles locaciones y etcétera, caímos en cuenta de que nomás no había forma de hacer dinero con esa tan altruista labor: Si rentábamos un camión por dos horas al día nos iba asalir como lumbre y tampcoo es que los papás fueran a pagar muy caro ese servicio (el mismo Eric decía que no más de 20 euros al mes, tons así ¿cómo? si sólo cabían 53 niños por camión y la renta estaba carísima)…


Tons mientras el resto de la clase ya andaba en 3/4 del proyecto nosotros tuvimos que empezar de cero simplemente porque desde el inicio no hicimos la corrida de los costos y los gastos.


Muchas veces la gente creativa está peleada con los números, cuando en realidad deberían verlo desde un punto de vista práctico y saber que por gracia o desgracia es lo único que cuenta al decir voy o no voy.


De hecho si no es rentable no implica que abandones el proyecto, sólo que debes de buscar formas diferentes de hacer que de verdad genere. En este caso la opción era que en la mañana usáramos el camión para transportar viejitos a lugares recreativos… después abandonamos el proyecto porque tuvimos una mejor idea y menos complciada de arrancar, pero eso es otra historia.


Y por último pero no menos importante: tener numeritos claros puede ser la diferencia entre convencer o no a inversionistas, asociaciones de emprendedores o incluso bancos (aunque en México casi no le entran a los start-ups) de mocharse con los recursos para que arranques.


Así que algunos puntitos antes de que te empeices a gastar mentalmente el dinero que aún no has hecho con «el negocio de tu vida»:


– Calcula bien tus costos


– Analiza cuál es el margen  de tu negocio y el volumen. En nuestro caso igual el precio no hubiera sido tanto problema si no fuera porque por día sólo cabían 50 niños en el camión y todos van a la misma hora a las clases, así que ni para hacer ruleteo.

– Asume que los primeros meses no vas a tener clientes y por lo tanto no vas a tener ingresos ¿con qué lana vas a operar?¿de qué vas a vivir? 

– Ve el flujo de efectivo, no sólo el corte al final del año, para que no te ahorques con deudas en el inter.
– Revisa contra el mercado cuánto podrías cobrar y sobre todo cuánto la gente podría estar dispuesta a pagar por tu valor agregado.


– Calcula cuánto es el tiempo que realmente necesitas para arrancar (comprar los activos, contratar y entrenar gente, prospectar y firmar contratos con los clientes).


– Ten un buen colchoncito tanto para el negocio como para ti por si las cosas no salen como planeabas… porque casi nunca salen de acuerdo al plan


– Pídele a alguno de tus amigos duchos con los números que te echen la mano





Todavía andamos armando el business plan del segundo negocio, ahí les cuento que tal nos fue cuando terminemos, pero al menos este puede salir de los números rojos al año y recuperar la inversión en siete meses más.

doctor chunga inventos para camion
si el célebre Dr.Chunga  no se hizo rico igual fue porque le faltó el modelo de negocio…
Que tengan muy buena semana. Oink$$$$$$$$$$$$!

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